El oficial debe siempre estar atento a las variaciones que puedan aparecer en el período de rolido de su buque, sobre todo durante los malos tiempos o temporales.
Dichas variaciones pueden originarse por ingreso desconocido de agua en bodegas, tanques o compartimientos del buque, produciendo efecto se superficie libre con la consiguiente pérdida de estabilidad y aumento del período de rolido.
También puede deberse a la acumulación de agua proveniente a golpes de mar que rompen sobre la cubierta y que no alcanzan a evacuarse. Mantener limpios los imbornales de las mismas es una tarea sumamente importante, sobre todo en buques pequeños.
Si se navega en zonas muy frías, la acumulación de nieve o hielo en cubiertas y superestructuras provoca una elevación real del centro de gravedad G, con la consiguiente disminución de la altura metacéntrica.
Es indispensable e importante en dichas situaciones desprenderse rápidamente de esos pesos altos.
La siguiente fórmula permite el permanente control del período de rolido del buque conociendo cual es la altura metacéntrica, que por cálculo, el buque tendría que tener.
Donde:
T es el período de rolido completo expresado en segundos.